Tu relación con el tiempo.
Quise comenzar con esta frase porque indudablemente en estos tiempos donde las cosas se mueven tan rápido, a todos nos ha llegado a pasar que el tiempo no nos alcanza, y que bueno, con tanta actividad algo se nos puede escapar.
Sin embargo, para muchos esto se convierte en un inconveniente recurrente, y es que adaptarse a nuevas rutinas y constantes cambios requiere de un trabajo interno en nosotros mismos.
¿Has pensado que tu relación con el tiempo es un causante de tus problemas actuales?
¿Te encuentras diciendo no tengo tiempo, no he parado en todo el día y no he hecho nada, o tal vez voy todo el día corriendo de un lado para otro?
Puede llegar a ser agobiante y frustrante, así que te entendemos. Aunque no podemos agregarle más horas al día, si podemos compartir ciertas claves para hacer más agradables tus días:
Conocerte a ti mismo.
Tu estado mental está muy relacionado con tu nivel de productividad, así que el trabajo empieza adentro para ver los cambios afuera. Reconocerte y aceptarte tal y como eres es el primer paso para acercarte a lo que quieres lograr, definir tus metas y visualizarte en ellas te ayudará a estar más consciente de tus acciones, pues dónde va tu atención, va tu pensamiento y va tu energía.
Otra práctica reconocida para ayudar a cambiar tu estado mental es el Mindfulness que se basa en estar consciente en el momento presente, unos minutos de meditación guiada al día pueden ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y actitud.
Hábitos
Autores de best sellers como Hal Elrod de “Mañanas Milagrosas” o James Clear de “Hábitos Atómicos” pueden guiarte mejor sobre como adicionar hábitos positivos a tu vida pero sí puedo contarte que no es una ciencia para superdotados, cada aspecto de nuestras vidas se basan en nuestros hábitos, que sin importar si somos conscientes de ellos o no, pueden ser tanto positivos como negativos para ti.
Crear hábitos nos ayuda a ser más conscientes y aprovechar nuestro tiempo, son pequeñas decisiones que nos dan grandes resultados a largo plazo.
Si tienes los beneficios de trabajar remoto o híbrido, al principio tendrás que reorganizarte para adaptar tu tiempo a tus hábitos, pero recuerda que al final estos hábitos deben de funcionar para ti, así que pregúntate ¿Para qué? y encuentra tu motivo que dará fuerza a tu nuevo hábito.
La estrategia.
Un plan sin estrategia es solo una puerta delante de una pared. Tu cerebro no es un buen administrador, no funciona como lista de tareas ni como una app que te recuerde que tienes que hacer, en realidad, usarlo de esta manera desgasta tu energía y aumenta tus niveles de estrés. Así que tenemos que tener bien claro qué estrategias vamos a usar para lograr esas metas que nos hemos planteado para lo que recomiendan:
- Saber en donde llevarás anotadas tus tareas pendientes.
- Organizar y priorizar realisticamente la fecha tope de tus tareas.
- Saber dónde llevarás control y recordatorios de tus reuniones y citas pendientes.
- Realizar un plan de metas a corto, mediano y largo plazo.
Eat the cake.
Si bien ya tenemos nuestra agenda, nuestras herramientas y nuestro mindset para lograr nuestros objetivos, lo único que falta es dar el primer paso. Planea esa reunión que tienes pendiente, haz esa llamada urgente, limpia tu correo y sal de esos emails que tienes pendientes, ten en mente que cada acción en tu lista de tareas diarias cuenta y aunque al principio puede que no logres completar todo, con el tiempo verás el provecho de organizar tu tiempo y tus espacios. Es tu momento de dar el primer paso y comerte tu primer pedazo de torta.
El poder del NO.
Por último, pero no menos importante está el aprender a decir que no. Y es que a veces nos cuesta tanto decir que no a compromisos que no están alineados con nuestro propósito o incluso nos cuesta aceptar el hecho que hoy no pudimos terminar todo. En el viaje de conocerte va incluido el conocer tus límites, priorizarte como el capitán de este barco y aprender a reconocer aquello que te quita tiempo, lo que te roba tranquilidad, lo que no te ayuda y sobre todo, lo que no te corresponde.
Y en cuanto a productividad se trata, el poder del no es tan vital como cada una de las claves que te hemos dado anteriormente, atrévete a decir que no y recuerda, que puedes con todo, pero no con todo a la vez.
¿Te interesan los consejos útiles como este? Siguenos, @SourcefitDR en nuestras redes sociales y visita nuestro sitio web www.sourcefit.com para más información.